La violencia obstétrica es un fenómeno que, aunque aún es un tema poco hablado, afecta a muchas mujeres durante su embarazo, parto y postparto. Esta forma de violencia involucra un trato despectivo, negligente o incluso agresivo por parte del personal médico, con consecuencias físicas y emocionales graves. Afortunadamente, hay maneras de reconocerla y, lo más importante, prevenirla.
¿Qué es la Violencia Obstétrica?
La violencia obstétrica se define como el trato inadecuado que reciben las mujeres en el ámbito ginecológico, particularmente durante el embarazo y el parto. Esta violencia puede ser física, verbal o psicológica y tiene implicaciones serias para la salud mental y física de las mujeres. Algunos ejemplos de violencia obstétrica incluyen:
- Intervenciones sin consentimiento informado, como cesáreas o episiotomías sin justificación.
- Trato despectivo o humillante por parte de los profesionales de la salud, que despojan a la mujer de su dignidad y autonomía.
- Negligencia o abandono, donde la mujer no recibe la atención necesaria en momentos críticos.
- No proporcionar opciones de parto y presionar para que la mujer se someta a un tipo de intervención que no desea.
¿Cómo Reconocer la Violencia Obstétrica?
Las víctimas de violencia obstétrica a menudo sienten que se les niega el control sobre sus cuerpos y su salud. Algunos de los signos más comunes incluyen:
- Trato autoritario del personal médico, que no explica las decisiones tomadas ni pide consentimiento para los procedimientos.
- Desatención emocional y física durante el parto, dejándote sola o sin apoyo.
- Humillaciones o comentarios irrespetuosos por parte del equipo médico.
- Imposición de intervenciones como el uso innecesario de forceps, cesáreas o episiotomías, sin justificación médica.
Testimonios de Pacientes
“Estuve muy asustada durante mi primer parto, pero gracias al Dr. Denis Sánchez me sentí acompañada y respetada en todo momento. No hubo presiones, siempre me explicó cada paso y me permitió tomar las decisiones que sentía mejor para mí. Mi experiencia fue todo lo contrario a lo que me habían contado sobre violencia obstétrica.” – Laura G.
“Tuve una experiencia muy dolorosa en otro hospital, donde no me explicaron nada sobre mi tratamiento. Pero cuando acudí al Dr. Denis, sentí un cambio total. Me brindó todo el apoyo y me dio confianza, lo que hizo que mi parto fuera respetuoso y tranquilo.” – Ana P.
¿Cómo Prevenir la Violencia Obstétrica?
La prevención de la violencia obstétrica comienza con el conocimiento de tus derechos y la elección de un equipo médico que respete tu autonomía. Aquí algunos consejos clave:
- Elige un médico de confianza que valore tu opinión y respete tus deseos en el embarazo y parto.
- Exige información clara sobre cada procedimiento que se realice.
- Participa activamente en el proceso de toma de decisiones sobre tu salud.
- Solicita un acompañante durante el parto si lo deseas; el apoyo emocional es clave.
- Aboga por tu derecho a decidir sobre cualquier intervención médica y a recibir un trato respetuoso y digno.
Tu Derecho a un Parto Respetuoso
Es fundamental recordar que todas las mujeres tienen derecho a un parto respetuoso en el que sus decisiones sean tomadas en cuenta y su bienestar sea prioritario. El consentimiento informado y el trato digno no son solo derechos fundamentales, sino prácticas que garantizan un parto seguro y positivo.
Si alguna vez has sido víctima de violencia obstétrica, es importante que busques apoyo para hacer valer tus derechos y obtener la atención que mereces. Tu salud física y emocional es lo más importante.
Consulta Con El Dr. Denis Sánchez en Quito
En mi consultorio, me comprometo a ofrecerte un trato respetuoso, informado y de calidad. Mi objetivo es que cada mujer reciba la atención ginecológica que necesita, libre de presiones o violencia, con total confianza y apoyo durante el embarazo y el parto.