El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más común. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ocho de cada diez personas sexualmente activas lo contraerán en algún momento de su vida. En la mayoría de los casos, el sistema inmune elimina el virus de forma espontánea, pero en un porcentaje de mujeres, la infección persiste y genera lesiones precancerosas que, si no se tratan a tiempo, pueden evolucionar a cáncer de cuello uterino.
En América Latina, esta realidad es especialmente preocupante: la región presenta una de las tasas más altas de cáncer cervicouterino en el mundo, lo que ha impulsado la búsqueda de tratamientos más efectivos, seguros y accesibles.
Tratamientos tradicionales vs. láser
Hasta hace pocos años, los métodos más utilizados eran la crioterapia (congelación), la electrocauterización y la escisión quirúrgica. Aunque eficaces, estos procedimientos suelen asociarse a:
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Dolor postoperatorio significativo
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Mayor riesgo de sangrado
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Cicatrices que pueden afectar la elasticidad del cuello uterino
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Recuperación lenta y más días de reposo
El láser ginecológico ha revolucionado este panorama. Su haz de energía de alta precisión actúa únicamente sobre la lesión, minimizando los efectos en los tejidos sanos. Esta característica lo convierte en una alternativa moderna que combina eficacia clínica con comodidad para la paciente.
Cómo funciona el tratamiento con láser
El procedimiento se realiza de manera ambulatoria, generalmente en el consultorio, sin necesidad de hospitalización. Con anestesia local o tópica, se dirige el rayo láser hacia la lesión causada por el VPH.
Entre sus efectos principales destacan:
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Corte y coagulación simultáneos: evita sangrados excesivos.
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Esterilización inmediata de la zona: reduce el riesgo de infecciones.
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Alta precisión: actúa sobre la lesión sin afectar los tejidos circundantes.
La duración promedio es de 20 a 30 minutos, y la paciente puede retomar sus actividades cotidianas casi de inmediato.
Ventajas clínicas y estéticas del láser
Las pacientes que optan por esta técnica experimentan beneficios notables:
✅ Menor dolor y recuperación rápida
✅ Cicatrización estética y funcional sin alteraciones en la anatomía del cuello uterino
✅ Reducción de la recurrencia de las lesiones asociadas al VPH
✅ Baja probabilidad de complicaciones como infecciones o estenosis cervical
✅ Retorno inmediato a la vida laboral y social
Además, el láser no deja cicatrices visibles, lo cual resulta especialmente relevante en mujeres jóvenes que desean preservar su fertilidad.
Un cambio de paradigma en ginecología
De acuerdo con el Dr. Denis Sánchez, ginecólogo en Quito, “el láser representa un cambio de paradigma en el tratamiento del VPH: es preciso, rápido y respetuoso con el bienestar de la mujer. Cada vez más pacientes optan por esta alternativa, ya que combina efectividad clínica con resultados estéticos y funcionales superiores”.
El especialista señala que, aunque la vacunación contra el VPH es la medida preventiva más importante, el láser ofrece una solución moderna para quienes ya presentan lesiones, ayudando a cortar la progresión de la enfermedad.
Futuro y acceso a la tecnología
La incorporación de láseres en ginecología no se limita al tratamiento del VPH. También se utiliza en procedimientos de rejuvenecimiento vaginal, ninfoplastia y tensado de tejidos. Sin embargo, en el caso del VPH, su impacto es doble: salud pública y salud íntima femenina.
La tendencia apunta a que cada vez más centros médicos en Latinoamérica adopten esta tecnología, lo que permitirá ampliar el acceso a un tratamiento que no solo es más seguro, sino que también reduce costos a largo plazo al prevenir complicaciones mayores.
Conclusión
El tratamiento con láser para la infección por VPH se ha consolidado como una alternativa médica de vanguardia, que reduce el dolor, mejora la recuperación y protege la calidad de vida de las mujeres. Frente a una de las infecciones más comunes y riesgosas, la ginecología moderna ofrece una herramienta precisa, eficaz y alineada con las necesidades de la mujer actual.