¿Qué se descubrió recientemente?

Los medicamentos como Ozempic, Wegovy o Mounjaro (agonistas del receptor GLP-1) son cada vez más comunes para bajar de peso o controlar diabetes tipo 2. Sin embargo, muchas mujeres en edad fértil llegan al embarazo después de haberlos usado y suspendido por indicación médica.

El estudio más reciente, realizado sobre casi 150.000 embarazos, encontró que las mujeres que habían utilizado fármacos GLP-1 antes de concebir —y que dejaron el medicamento poco antes o al inicio de la gestación— presentaron:

  • Mayor ganancia de peso gestacional, con un promedio de 3,3 kg extra respecto al grupo sin exposición previa.

  • Mayor probabilidad de ganar “demasiado” peso según las guías gestacionales.

  • Incremento del riesgo de diabetes gestacional.

  • Mayor riesgo de hipertensión en el embarazo y parto prematuro.

Los autores describen este fenómeno como un “rebote metabólico”: al suspender el medicamento, el metabolismo tiende a descompensarse y recuperar peso rápidamente, justo en la etapa crítica del embarazo.


¿Por qué ocurre este rebote metabólico?

Al dejar Ozempic y otros GLP-1, el cuerpo experimenta varios cambios:

  • Aumento del apetito por retirada del efecto del medicamento.

  • Disminución del gasto energético en reposo.

  • Recuperación rápida de peso, un fenómeno que ya se conoce en estudios previos.

El embarazo, de por sí, genera resistencia a la insulina y cambios hormonales que favorecen el aumento de peso. Cuando esto se combina con un rebote metabólico, los riesgos aumentan significativamente:

  • Diabetes gestacional

  • Trastornos hipertensivos

  • Parto prematuro


¿Hay riesgos para el bebé?

Las fichas técnicas de semaglutida, liraglutida y tirzepatida prohíben su uso durante el embarazo debido a estudios en animales que muestran toxicidad fetal.

Aunque los estudios humanos recientes no han demostrado un aumento claro de malformaciones mayores, la evidencia es limitada y por ello las guías recomiendan:

  • Evitar el uso de GLP-1 durante todo el embarazo.

  • Suspenderlos al menos 1–2 meses antes de intentar concebir.

El principal problema que está emergiendo hoy no son malformaciones, sino complicaciones maternas derivadas del cambio brusco en el metabolismo tras suspender estos medicamentos.


Recomendaciones actuales de expertos y guías clínicas

Las sociedades de endocrinología y ginecología recomiendan:

  1. Evitar GLP-1 si se está buscando un embarazo.

  2. Suspenderlos con anticipación, especialmente semaglutida y tirzepatida (mínimo 2 meses antes).

  3. En mujeres con diabetes tipo 2, ajustar el manejo con insulina y nutrición antes de concebir.

  4. Ofrecer asesoría preconcepcional a toda mujer que use GLP-1.

  5. Utilizar un método anticonceptivo eficaz durante el tratamiento.


¿Qué implica esto para las mujeres embarazadas?

Para las mujeres que usaron Ozempic o similares antes de quedar embarazadas, este rebote metabólico se manifiesta como:

  • Ganancia de peso gestacional por encima de lo esperado.

  • Mayor necesidad de controles de glucosa.

  • Más vigilancia de la presión arterial.

  • Mayor probabilidad de parto prematuro y derivación a unidades de alto riesgo.

Como explica el ginecólogo ecuatoriano Dr. Denis Sánchez, la clave está en anticiparse:

“Los GLP-1 pueden ser una gran herramienta para bajar de peso antes del embarazo, pero deben retirarse con un plan nutricional y de seguimiento. Sin acompañamiento médico, el rebote metabólico aparece justo en el peor momento.”


Consejos para mujeres que usan o usaron Ozempic y piensan en un embarazo

  • Consulta a tu ginecólogo o endocrinólogo antes de suspender el medicamento.

  • Asegura un plan nutricional y de actividad física sostenible antes de concebir.

  • Si el embarazo ocurrió mientras usabas GLP-1:

    • Suspende el medicamento de inmediato.

    • Acude a consulta temprana para ajustar controles de peso, glucosa y presión.

  • No te guíes por información en redes sociales: este tema cambia rápido y requiere evidencia científica sólida.


Conclusión

El uso previo de Ozempic y otros GLP-1 no es un problema por sí mismo. El verdadero riesgo aparece cuando se suspenden sin una estrategia adecuada, provocando un rebote metabólico que se potencia con los cambios naturales del embarazo.

Para las mujeres en edad fértil, el mensaje es claro:
Sí, los GLP-1 pueden ayudar a mejorar la salud antes del embarazo, pero deben retirarse con supervisión médica y planificación para evitar complicaciones.

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