Durante décadas, el Papanicolaou ha sido la piedra angular de la detección temprana del cáncer de cuello uterino. Sin embargo, una herramienta aún más precisa y poderosa ha ido ganando terreno entre los especialistas: la prueba de genotipificación del Virus del Papiloma Humano (VPH). A pesar de su utilidad, pocas mujeres la conocen o solicitan.

¿Qué es la genotipificación del VPH?

La genotipificación permite detectar específicamente los tipos de VPH de alto riesgo, como el 16 y el 18, que son responsables de más del 70% de los casos de cáncer cervical. A diferencia del Papanicolaou, que detecta cambios celulares una vez que ya han ocurrido, esta prueba identifica la presencia del virus incluso antes de que cause daño.

¿Por qué es tan importante?

  • Detecta infecciones persistentes, que son las más peligrosas.

  • Permite estratificar el riesgo: no todos los VPH son igual de agresivos.

  • Ayuda a decidir si una mujer necesita colposcopia, seguimiento intensivo o simplemente control periódico.

  • Es especialmente útil en mujeres mayores de 30 años, cuando el riesgo de infección persistente aumenta.

¿Papanicolaou o genotipificación?

No se trata de reemplazar uno con otro, sino de complementarlos. De hecho, muchos países ya incorporan ambos en sus programas de tamizaje cervical. La combinación de citología y detección de VPH ofrece una cobertura mucho más completa y reduce significativamente el riesgo de diagnóstico tardío.

¿Por qué pocas mujeres la conocen?

  • Falta de difusión por parte de los sistemas de salud.

  • Costos más elevados que el Papanicolaou (aunque cada vez más accesible).

  • La falsa percepción de que el Pap lo detecta todo.

¿Deberías hacerte esta prueba?

Si tienes más de 30 años, antecedentes de VPH, o deseas un control más completo, consulta con tu ginecólogo sobre la posibilidad de realizarte una genotipificación. Detectar a tiempo un virus de alto riesgo puede marcar la diferencia entre una vigilancia sencilla y una cirugía radical.

“Es una prueba que literalmente puede cambiar el curso de una vida. Muchas mujeres aún no saben que existe.”
Dr. Denis Sánchez, Ginecólogo en Quito