Introducción
La Ecografía transvaginal es una herramienta diagnóstica fundamental en ginecología. Permite observar con gran detalle el útero, los ovarios, el endometrio y otras estructuras pélvicas. A pesar de su utilidad, muchas mujeres sienten temor o ansiedad antes de realizarla, principalmente por la idea de que podría causar dolor.
En este artículo aclararemos los mitos más frecuentes sobre la ecografía transvaginal y explicaremos qué puedes esperar realmente durante este examen.
¿Qué es una ecografía transvaginal?
La ecografía transvaginal es un tipo de ecografía ginecológica en la que el médico introduce un transductor delgado y alargado en la vagina. Este transductor emite ondas de sonido que crean imágenes detalladas de los órganos reproductores internos.
A diferencia de la ecografía abdominal, no requiere tener la vejiga llena, lo cual suele hacerla más cómoda y rápida.
Mito 1: “La ecografía transvaginal duele mucho”
Realidad: La mayoría de las mujeres solo sienten una leve molestia o presión durante el examen, similar a la sensación de un examen ginecológico con espéculo.
El procedimiento no es doloroso y suele durar pocos minutos. Si hay molestias, desaparecen al finalizar el estudio.
Mito 2: “Es peligrosa o puede causar sangrado”
Realidad: La ecografía transvaginal es un procedimiento seguro, no invasivo y no produce daño en el cuello uterino ni en el endometrio.
No provoca sangrado, salvo en casos donde ya existe alguna condición previa como inflamación o infección. Si aparece sangrado, el médico lo evaluará para descartar otras causas.
Mito 3: “Solo se hace en mujeres sexualmente activas”
Realidad: Este tipo de ecografía también puede realizarse en mujeres que no han tenido relaciones sexuales, si es necesario para obtener un diagnóstico preciso.
En esos casos se utilizan transductores más delgados y técnicas cuidadosas para no afectar la integridad del himen.
Mito 4: “Puede afectar la fertilidad”
Realidad: La ecografía transvaginal no afecta la fertilidad. No daña los ovarios, trompas ni el útero.
Su función es exclusivamente diagnóstica: permite detectar quistes, miomas, pólipos, embarazos tempranos y otros trastornos ginecológicos.
Consejos para sentirte más cómoda
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Agenda tu cita en un entorno de confianza con un especialista empático.
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Informa al médico si sientes ansiedad o molestias para que pueda ajustar la técnica.
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Relaja los músculos pélvicos y respira profundamente durante el examen para disminuir la tensión.
Conclusión
La ecografía transvaginal es un estudio seguro, rápido y muy útil para el diagnóstico ginecológico. Aunque puede generar inquietud antes de realizarla, no es dolorosa y su beneficio supera ampliamente cualquier posible molestia pasajera.
En nuestro consultorio, el Dr. Denis Sánchez realiza ecografías transvaginales con equipos de alta resolución y un trato cálido, respetuoso y profesional, para que vivas esta experiencia con tranquilidad y confianza.
