¿Qué es la fiebre amarilla?
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda transmitida por la picadura de mosquitos infectados del género Aedes o Haemagogus. Esta enfermedad puede causar fiebre, dolor de cabeza, ictericia, sangrados e incluso la muerte en los casos más graves. Aunque no existe un tratamiento específico para curarla, la prevención mediante vacunación ha demostrado ser altamente efectiva y es la medida más importante para controlar su propagación.
La fiebre amarilla es endémica en varios países de América del Sur, África Central y Occidental, por lo que los viajeros a estas regiones deben estar adecuadamente protegidos.
¿Quiénes deben vacunarse contra la fiebre amarilla?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la vacuna contra la fiebre amarilla está recomendada para:
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Personas que viven o viajan a zonas donde la fiebre amarilla es endémica o hay brotes activos.
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Personas que requieren un certificado de vacunación internacional para ingresar a ciertos países.
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Personal militar o trabajadores en áreas rurales de riesgo.
¿Cuándo vacunarse?
La vacuna se debe administrar al menos 10 días antes de la posible exposición al virus, es decir, antes de viajar a una zona de riesgo. Esta única dosis es suficiente para proporcionar inmunidad de por vida en la mayoría de las personas. En casos excepcionales, como algunas condiciones inmunológicas, puede considerarse una dosis de refuerzo.
Efectos secundarios de la vacuna
La vacuna contra la fiebre amarilla se ha utilizado durante décadas y tiene un excelente perfil de seguridad. Sin embargo, como cualquier medicamento o biológico, puede producir efectos secundarios.
Efectos secundarios leves (frecuentes):
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Dolor, enrojecimiento o hinchazón en el sitio de la inyección
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Fiebre leve o moderada
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Dolores musculares
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Malestar general o fatiga
Estos síntomas suelen aparecer dentro de los primeros días y desaparecen sin necesidad de tratamiento específico.
Efectos secundarios graves (raros):
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Reacciones alérgicas graves (anafilaxia)
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Enfermedad viscerotrópica asociada a la vacuna (afección rara parecida a una infección grave por fiebre amarilla)
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Enfermedad neurológica asociada a la vacuna (encefalitis o inflamación del cerebro)
Estos eventos adversos son extremadamente infrecuentes, pero deben ser evaluados especialmente en personas con antecedentes alérgicos, mayores de 60 años, pacientes inmunocomprometidos o bebés menores de 9 meses.
¿Qué precauciones tomar durante el embarazo?
La vacuna contra la fiebre amarilla está compuesta por un virus vivo atenuado, por lo que no se recomienda su uso sistemático en mujeres embarazadas, debido a la posibilidad de que el virus atraviese la placenta y afecte al feto, aunque este riesgo es bajo.
¿Qué hacer si una mujer embarazada debe viajar a una zona endémica?
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Si el viaje es ineludible y el riesgo de exposición es alto, la vacunación puede considerarse. La decisión debe basarse en una evaluación médica individual.
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En lo posible, se recomienda evitar el viaje durante el embarazo a zonas donde la vacuna es obligatoria o donde existe un riesgo epidemiológico elevado.
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Si una mujer está planificando quedar embarazada y debe vacunarse, lo ideal es hacerlo al menos 28 días antes de concebir.
Durante la lactancia, se recomienda evitar la vacuna en los primeros 6 meses posparto, aunque en situaciones de riesgo elevado también puede indicarse con precaución.
¿Dónde vacunarse en Ecuador?
En Ecuador, el Ministerio de Salud Pública ofrece la vacuna contra la fiebre amarilla de forma gratuita en varios centros de salud públicos autorizados. También existen centros privados de vacunación acreditados, especialmente en las ciudades principales.
Es importante acudir con un documento de identidad y, si se trata de un viaje, llevar la documentación que respalde el itinerario o destino, ya que se entregará un Certificado Internacional de Vacunación, el cual puede ser exigido por autoridades migratorias en ciertos países.
Recomendaciones adicionales
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Usar repelente de insectos, ropa de manga larga y mosquiteros, especialmente en zonas selváticas o rurales.
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Consultar con un médico especialista si se tienen enfermedades autoinmunes, si se está inmunosuprimido o si se tienen dudas sobre la seguridad de la vacuna en su caso particular.
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Mantener actualizado el esquema de vacunación, especialmente en caso de viajes internacionales.
Conclusión
La fiebre amarilla es una enfermedad grave, pero totalmente prevenible con una única dosis de vacuna. La vacunación es segura para la mayoría de la población y ha sido fundamental en la prevención de brotes en América y África. No obstante, existen grupos de población como las mujeres embarazadas en quienes la decisión de vacunar debe tomarse con responsabilidad médica, evaluando riesgos y beneficios.
Consultar con un profesional de la salud antes de viajar o vacunarse es la mejor forma de garantizar tu seguridad y la de tu familia.