La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) publicó este mes nuevas recomendaciones sobre el uso de la terapia hormonal en mujeres que atraviesan la menopausia. El documento busca actualizar las guías clínicas con base en la evidencia más reciente y orientar tanto a médicos como a pacientes hacia un uso más seguro y personalizado de este tratamiento.
¿Qué dice la nueva guía?
La FDA ratifica que la terapia hormonal sigue siendo una herramienta eficaz para aliviar los síntomas vasomotores de la menopausia, como sofocos, sudoración nocturna e insomnio, así como la sequedad vaginal y la disminución de la calidad de vida. Sin embargo, enfatiza que no debe considerarse una solución universal, sino un tratamiento individualizado que requiere evaluación médica previa.
Entre las principales recomendaciones, la agencia subraya:
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Administrar la dosis más baja eficaz, ajustada a la necesidad clínica de cada paciente.
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Limitar la duración del tratamiento, evitando la prescripción a largo plazo en la mayoría de los casos.
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Evitar la terapia hormonal en mujeres con antecedentes de cáncer de mama, trombosis o enfermedad cardiovascular.
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Explorar alternativas no hormonales cuando los riesgos superen los beneficios.
Riesgos y beneficios
Las investigaciones más recientes han reforzado la idea de que, en mujeres menores de 60 años o en los primeros 10 años tras la menopausia, la terapia hormonal puede mejorar de manera notable la calidad de vida. Además, contribuye a la salud ósea y a la prevención de fracturas.
Sin embargo, la FDA advierte que no está exenta de riesgos. El tratamiento se asocia a un aumento de la probabilidad de eventos trombóticos, accidente cerebrovascular y, en algunos grupos, cáncer de mama. Por ello, el balance entre riesgos y beneficios debe evaluarse cuidadosamente en cada paciente.
Perspectiva local
El Dr. Denis Sánchez, ginecólogo en Quito, comenta: “Las nuevas guías de la FDA coinciden con lo que ya aplicamos en la práctica diaria: la terapia hormonal puede transformar la calidad de vida de muchas mujeres, pero no todas son candidatas. Es fundamental una valoración individual, revisando antecedentes, edad y expectativas de cada paciente”.
El especialista añade que en Ecuador aún persisten mitos alrededor de la menopausia, lo que genera temor en muchas mujeres. “Es importante informar que existen tratamientos seguros y que el acompañamiento médico permite reducir riesgos al mínimo”, señala.
Alternativas emergentes
La FDA también destacó avances en terapias no hormonales que pueden beneficiar a mujeres con contraindicaciones. Entre ellas se incluyen:
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Moduladores selectivos de receptores de estrógeno (SERM), que ofrecen protección ósea sin los mismos riesgos de los estrógenos tradicionales.
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Nuevos medicamentos para sofocos, basados en el control de la neuroquímica cerebral.
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Tratamientos locales vaginales con mínima absorción sistémica, útiles para la sequedad y el dolor en las relaciones sexuales.
Implicaciones para Ecuador y la región
Si bien estas guías provienen de Estados Unidos, su impacto se extiende a nivel global. En países como Ecuador, donde el acceso a la terapia hormonal aún depende de la disponibilidad en el sistema de salud, las recomendaciones de la FDA sirven de referencia para actualizar protocolos médicos y reforzar la educación a pacientes.
De acuerdo con estimaciones internacionales, cerca del 80% de las mujeres experimenta síntomas moderados a severos durante la menopausia, lo que subraya la importancia de contar con lineamientos claros y adaptados a la realidad local.
Conclusión
Con estas nuevas recomendaciones, la FDA busca promover un uso más prudente de la terapia hormonal, privilegiando la personalización del tratamiento y la seguridad de las pacientes. La clave, según coinciden los expertos, es mantener una relación cercana entre médico y paciente, evaluar riesgos y beneficios de manera constante y no perder de vista que cada mujer vive la menopausia de forma diferente.