El estrés financiero y la ansiedad pospandemia están afectando los ciclos hormonales de miles de mujeres. En Quito, el Dr. Denis Sánchez explica por qué las consultas por desajustes menstruales han crecido en los últimos meses.

El estrés crónico se ha convertido en uno de los principales enemigos del equilibrio hormonal femenino. En las últimas semanas, ginecólogos en distintas ciudades latinoamericanas han reportado un aumento en las consultas por alteraciones menstruales, sangrados irregulares y ciclos ausentes. Según explica el Dr. Denis Sánchez, ginecólogo en Quito, esta tendencia refleja los efectos acumulados del estrés emocional, la incertidumbre económica y la falta de descanso adecuado en la población femenina.

“El cuerpo reacciona al estrés liberando cortisol, una hormona que interfiere directamente con la ovulación. Muchas mujeres que viven presiones constantes o duermen poco notan retrasos o ausencia de menstruación sin causas orgánicas aparentes”, comenta el Dr. Sánchez.

Los cambios laborales, el aumento de responsabilidades familiares y el impacto económico han intensificado este fenómeno, especialmente entre mujeres jóvenes y profesionales. “Estamos viendo más casos de amenorrea funcional y ciclos irregulares en pacientes que antes tenían un patrón menstrual normal”, añade el especialista.

El Dr. Sánchez enfatiza que identificar la causa temprana es clave para evitar complicaciones hormonales a largo plazo. Un chequeo ginecológico integral que incluya ecografía transvaginal y análisis hormonales permite descartar causas orgánicas y diseñar un tratamiento adecuado, que puede incluir ajustes de estilo de vida, terapia hormonal o apoyo psicológico.

Además, el especialista recuerda que los síntomas de estrés no siempre se manifiestan solo en el ánimo: “Muchas pacientes llegan con cefaleas, acné o retención de líquidos sin asociarlo al estrés. Pero todo está conectado. La salud emocional y la salud ginecológica son inseparables”.

El mensaje es claro: cuidar la salud mental también es cuidar la salud ginecológica. Los controles preventivos y la orientación médica oportuna pueden evitar que el estrés altere el equilibrio hormonal y la calidad de vida de las mujeres.