Dr. Denis Sánchez
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Durante el embarazo, sentir contracciones puede generar dudas e incluso preocupación, especialmente para las mamás primerizas. Una de las preguntas más frecuentes en la consulta es: “¿Cómo saber si son contracciones de parto o solo contracciones de Braxton Hicks?”. La respuesta es clave para evitar visitas innecesarias al hospital o, por el contrario, para saber cuándo es momento de preparar la maleta de maternidad y dirigirte a la clínica.

En esta guía práctica te explico las principales diferencias entre ambos tipos de contracciones y cómo reconocer las señales que indican el inicio del trabajo de parto.

1. ¿Qué son las contracciones de Braxton Hicks?

Las contracciones de Braxton Hicks, también conocidas como “contracciones de práctica”, son contracciones uterinas que pueden comenzar a partir del segundo trimestre, aunque son más comunes en el tercer trimestre. Estas contracciones ayudan al útero a prepararse para el trabajo de parto, pero no indican que el parto sea inminente.

Características de las contracciones de Braxton Hicks:

  • Irregulares en frecuencia e intensidad.
  • No aumentan de intensidad con el tiempo.
  • No son dolorosas, aunque pueden ser incómodas.
  • Suelen desaparecer cuando cambias de posición o te relajas.
  • No provocan dilatación cervical.

¿Qué las desencadena?

Las contracciones de Braxton Hicks pueden ser provocadas por varios factores:

  • Actividad física o exceso de esfuerzo.
  • Deshidratación.
  • Una vejiga llena.
  • Relaciones sexuales.

Estas contracciones no deben preocuparte, pero es importante saber cómo diferenciarlas de las contracciones de parto.

2. ¿Qué son las contracciones de parto?

A diferencia de las contracciones de Braxton Hicks, las contracciones de parto son las responsables de iniciar el proceso del parto. Estas contracciones provocan cambios en el cuello uterino, como la dilatación y el borramiento, preparando el cuerpo para el nacimiento del bebé.

Características de las contracciones de parto:

  • Regulares y rítmicas.
  • Aumentan de intensidad con el tiempo.
  • Son dolorosas y pueden empezar como una sensación de calambres menstruales intensos.
  • No desaparecen al cambiar de posición o descansar.
  • Se vuelven más frecuentes, durando entre 30 y 70 segundos cada una.

¿Cómo reconocer las contracciones de parto real?

  • Frecuencia: Aparecen a intervalos regulares y la distancia entre ellas se reduce progresivamente.
  • Intensidad: Cada contracción es más fuerte que la anterior.
  • Duración: A medida que avanza el trabajo de parto, las contracciones duran más tiempo.

Si estas contracciones vienen acompañadas de otros signos de trabajo de parto, como la pérdida del tapón mucoso, ruptura de la bolsa amniótica o dolor lumbar intenso, es hora de acudir al hospital.

3. Tabla comparativa: Braxton Hicks vs. contracciones de parto

Aspecto Contracciones de Braxton Hicks Contracciones de parto
Frecuencia Irregular Regulares y progresivamente más frecuentes
Intensidad No aumenta Aumenta con el tiempo
Duración Breve, menos de 30 segundos De 30 a 70 segundos o más
Dolor Leve o inexistente, solo sensación de tensión Dolor moderado a intenso
Reacción al cambio de posición Desaparecen al descansar o cambiar de posición No desaparecen al moverse
Efecto en el cuello uterino No provocan cambios Provocan dilatación y borramiento

4. ¿Cuándo debes preocuparte?

Aunque las contracciones de Braxton Hicks son normales y forman parte del embarazo, hay ciertos casos en los que debes contactar a tu médico inmediatamente:

  • Contracciones antes de la semana 37 del embarazo, ya que podrían indicar un parto prematuro.
  • Dolor intenso y constante que no disminuye entre contracciones.
  • Sangrado vaginal o pérdida de líquido amniótico.
  • Disminución de los movimientos fetales junto con contracciones.

5. Consejos para aliviar las contracciones de Braxton Hicks

Si las contracciones de Braxton Hicks te resultan incómodas, puedes seguir estas recomendaciones para aliviar las molestias:

  • Hidrátate bien. La deshidratación puede desencadenar contracciones, así que asegúrate de beber suficiente agua.
  • Descansa. Si has estado activa, tómate un momento para relajarte y cambiar de posición.
  • Toma un baño tibio. Esto puede relajar los músculos del útero y reducir la frecuencia de las contracciones.
  • Practica técnicas de respiración. La respiración profunda no solo ayuda a aliviar las contracciones de Braxton Hicks, sino que también te prepara para el momento del parto.

6. ¿Qué hacer si crees que estás en trabajo de parto?

Si sospechas que estás en trabajo de parto, sigue estos pasos:

  1. Cronometra tus contracciones. Anota la duración y el tiempo entre cada contracción. Si son regulares y cada vez más intensas, es probable que el parto haya comenzado.
  2. Presta atención a otros signos. Busca síntomas como la ruptura de la bolsa amniótica o la presencia de sangre en el flujo vaginal.
  3. Llama a tu médico. Es mejor consultar si tienes dudas.
  4. Prepara todo para salir al hospital. Asegúrate de que tu maleta de maternidad esté lista y avisa a tu acompañante.

7. Experiencias de mamás: Aprendiendo a reconocer las contracciones

María, madre de dos hijos:
“En mi primer embarazo, me asusté mucho cuando sentí contracciones a las 34 semanas. Pensé que era trabajo de parto, pero resultaron ser contracciones de Braxton Hicks. El Dr. Denis Sánchez me explicó cómo diferenciarlas y, en el segundo embarazo, ya supe qué esperar.”

Carla, madre primeriza:
“Las contracciones de parto son inconfundibles. Al principio pensé que eran como calambres menstruales, pero con cada hora se volvían más fuertes. Llegué al hospital con 5 cm de dilatación. Fue una experiencia intensa, pero gracias a la preparación previa en el consultorio del Dr. Denis Sánchez me sentí más segura.”

8. Conclusión: Aprende a escuchar tu cuerpo

Diferenciar entre las contracciones de Braxton Hicks y las de parto real es fundamental para evitar preocupaciones innecesarias y saber cuándo buscar atención médica. Si tienes dudas, nunca está de más consultar a tu ginecólogo para asegurarte de que todo esté bien.

En mi consultorio, te ayudo a prepararte para el parto, brindándote una guía clara y personalizada para cada etapa del embarazo. ¡Juntos haremos que esta experiencia sea lo más segura y tranquila posible!