Crece el uso del láser ginecológico en salud femenina
El uso del láser ginecológico para el tratamiento de problemas íntimos femeninos ha crecido de forma constante en Ecuador durante los últimos años. Esta tecnología aplica energía lumínica controlada para estimular la producción de colágeno y mejorar la irrigación de los tejidos vaginales, ofreciendo una alternativa mínimamente invasiva para diversas afecciones ginecológicas.
Entre sus principales indicaciones se incluyen la laxitud vaginal postparto, la hipertrofia de labios menores, la resequedad vaginal en mujeres posmenopáusicas, la incontinencia urinaria leve y el síndrome genitourinario de la menopausia. Estudios internacionales han documentado mejoras significativas en la calidad de vida sexual y el confort de las pacientes que reciben estos tratamientos, especialmente cuando se aplican en fases tempranas y por especialistas calificados.
Mayor control sanitario y nuevas exigencias de certificación
Ante este crecimiento, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA) ha reforzado los requisitos para el registro, importación y uso de dispositivos médicos de tecnología láser en el país. Actualmente, todo centro médico que ofrezca tratamientos con láser ginecológico debe demostrar que sus equipos cuentan con certificaciones internacionales como las otorgadas por la Food and Drug Administration (FDA) en Estados Unidos o el marcado CE de la Comisión Europea.
Además, estos dispositivos deben estar registrados oficialmente, contar con mantenimiento técnico documentado y garantizar trazabilidad completa desde su ingreso al país hasta su uso clínico. Esta medida busca evitar el ingreso y la utilización de equipos no certificados, muchas veces de origen dudoso, que han proliferado en el mercado estético informal y representan un riesgo directo para la salud de las pacientes.
Riesgos graves del uso no autorizado o por personal no capacitado
Uno de los problemas más preocupantes es la oferta de tratamientos con láser íntimo en centros sin autorización sanitaria y con personal sin formación médica. El uso de equipos no certificados o manipulados por personal no cualificado puede causar quemaduras, cicatrices permanentes, lesiones en la mucosa vaginal, infecciones y dolor crónico.
En la práctica ginecológica, se han reportado casos de complicaciones severas originadas por procedimientos realizados con dispositivos estéticos adaptados de forma clandestina o sin calibración adecuada. Además de poner en riesgo la salud de las pacientes, estas prácticas pueden dificultar posteriores tratamientos médicos y dejar secuelas irreversibles.
El Dr. Denis Sánchez, ginecólogo en Quito, enfatiza que “la tecnología láser puede aportar beneficios reales, pero solo si se utiliza con equipos autorizados y bajo la supervisión de un especialista. De lo contrario, los riesgos superan con creces los posibles resultados”.
Solo profesionales médicos deben aplicar estos tratamientos
Las autoridades sanitarias y las sociedades médicas nacionales insisten en que estos procedimientos deben ser realizados exclusivamente por médicos con título profesional, especialidad en ginecología u obstetricia, y capacitación específica en el uso de tecnología láser. Además, el profesional debe contar con certificaciones emitidas por el fabricante del equipo y aplicar protocolos de seguridad validados.
Los pacientes deben exigir que el centro de salud presente el registro sanitario de los equipos, las credenciales del médico tratante y la constancia de mantenimiento técnico del dispositivo. Estas precauciones reducen significativamente los riesgos y garantizan resultados seguros y efectivos.
Evidencia médica y perspectivas a futuro
La evidencia clínica disponible respalda el uso del láser ginecológico para tratar determinadas condiciones, pero los expertos advierten que aún se requieren más estudios a largo plazo y con muestras amplias para consolidar su eficacia en nuevas indicaciones. Actualmente se desarrollan ensayos multicéntricos en Europa y América Latina para evaluar su uso en dolor pélvico crónico, prolapso genital leve y regeneración de tejidos tras cirugías ginecológicas.
Mientras tanto, las principales guías médicas recomiendan que esta tecnología se reserve a pacientes seleccionadas, evaluadas previamente por un especialista, y que reciban información detallada sobre beneficios, riesgos y alternativas.
Un llamado a la responsabilidad médica y a la información confiable
Los avances tecnológicos en salud femenina ofrecen oportunidades importantes para mejorar la calidad de vida de miles de mujeres en Ecuador. No obstante, estos beneficios solo pueden alcanzarse si se garantiza el uso responsable del láser ginecológico: con equipos certificados, aplicados por médicos cualificados, bajo normas sanitarias estrictas y con información clara y veraz para las pacientes.
Acudir a clínicas médicas acreditadas y con profesionales especialistas es la mejor forma de asegurar tratamientos eficaces, seguros y respaldados por la ciencia.
Antes de someterte a un tratamiento con láser ginecológico, verifica que el centro cuente con autorización sanitaria, que el equipo esté certificado y que el procedimiento lo realice un médico especialista capacitado.
