Introducción
La llegada de la primera menstruación, conocida como menarquia, suele ocurrir entre los 10 y 15 años. Sin embargo, cuando a los 15 años aún no se ha presentado, se considera Amenorrea primaria. Este signo puede generar ansiedad en las adolescentes y sus familias, y merece una evaluación médica para identificar si existe un problema de salud subyacente que esté retrasando el desarrollo puberal.
¿Qué es la amenorrea primaria?
La amenorrea primaria se define como la ausencia de menstruación en una persona que ha alcanzado los 15 años, independientemente de si ha desarrollado o no caracteres sexuales secundarios (mamas, vello púbico, cambios corporales).
Aunque en algunos casos puede tratarse de un simple retraso constitucional, es fundamental descartar causas anatómicas, hormonales o genéticas que requieran tratamiento médico.
Causas médicas de no tener la primera menstruación
A continuación, se detallan las principales causas que pueden explicar por qué no ha aparecido la menstruación a los 15 años:
1. Alteraciones anatómicas congénitas
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Himen imperforado
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Agenesia mülleriana (ausencia congénita de útero y parte superior de la vagina)
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Malformaciones uterinas, vaginales o cervicales
Estas condiciones impiden que la sangre menstrual pueda salir o que el útero se desarrolle adecuadamente. Suelen acompañarse de dolor abdominal cíclico sin sangrado visible o ausencia total de menstruación pese a un desarrollo mamario normal.
2. Trastornos genéticos o disgenesias gonadales
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Síndrome de Turner (45,X)
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Disgenesia gonadal pura
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Alteraciones en los receptores de hormonas sexuales
En estos casos, los ovarios no producen estrógenos ni desarrollan folículos funcionales. Las adolescentes suelen presentar talla baja, desarrollo mamario ausente o mínimo y niveles muy elevados de FSH y LH en los análisis de sangre.
3. Alteraciones del eje hipotálamo-hipófisis
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Hipogonadismo hipogonadotrópico
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Síndrome de Kallmann
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Tumores o malformaciones del hipotálamo o hipófisis
El cerebro no produce las señales hormonales necesarias (GnRH), por lo que los ovarios no reciben el estímulo para iniciar la pubertad. Puede acompañarse de ausencia de desarrollo mamario, falta de vello púbico y en algunos casos anosmia (falta de olfato).
4. Trastornos hormonales y metabólicos
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Hipotiroidismo
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Hiperprolactinemia
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Trastornos de la alimentación (anorexia, desnutrición)
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Ejercicio físico extremo o muy competitivo
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Bajo peso corporal severo
Estas condiciones alteran el equilibrio hormonal necesario para la maduración del eje reproductivo, lo que puede detener o retrasar la pubertad.
5. Enfermedades crónicas o tratamientos previos
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Enfermedad celíaca
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Enfermedades hepáticas, renales o gastrointestinales crónicas
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Infecciones crónicas como VIH/sida
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Secuelas de quimioterapia o radioterapia en edades tempranas
Las enfermedades crónicas interfieren con el crecimiento y desarrollo, y pueden provocar insuficiencia ovárica temprana o retraso puberal.
Otros factores a considerar
En algunos casos, se trata de un retraso constitucional del crecimiento y pubertad, que no es una enfermedad y se resuelve espontáneamente, aunque requiere seguimiento médico para descartar causas orgánicas.
Cuándo consultar al ginecólogo
Es recomendable acudir a evaluación si:
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No hay menstruación a los 15 años.
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No hay desarrollo mamario a los 13 años.
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Existe dolor abdominal mensual sin sangrado visible.
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Hay antecedentes familiares de pubertad tardía o trastornos genéticos.
En estos casos, es fundamental realizar una historia clínica completa, examen físico, análisis hormonales (FSH, LH, estradiol, TSH, prolactina), ecografía pélvica y, si es necesario, estudios genéticos para establecer la causa y orientar el tratamiento adecuado.
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Conclusión
La amenorrea primaria puede tener múltiples causas, desde variantes normales del desarrollo hasta condiciones genéticas u hormonales que requieren tratamiento. Detectarla de manera temprana permite iniciar el manejo adecuado, proteger la salud reproductiva y ofrecer tranquilidad a la paciente y su familia.