El cáncer de ovario es conocido como el “asesino silencioso” de la salud femenina. Muchas mujeres llegan a consulta cuando la enfermedad ya está avanzada, y uno de los motivos más frecuentes es que los síntomas iniciales suelen confundirse con simples problemas digestivos.
¿Indigestión o algo más?
¿Te ha pasado que sientes el abdomen inflamado, cierta presión pélvica o que te llenas muy rápido al comer? Aunque podrían parecer molestias menores asociadas a una comida pesada, también son síntomas tempranos del cáncer de ovario.
Estas señales, cuando se presentan de forma recurrente o persistente (más de 12 veces al mes), deben ser motivo de consulta ginecológica.
Síntomas frecuentes que pasan desapercibidos
Algunos de los síntomas más comunes y que suelen confundirse con trastornos gastrointestinales incluyen:
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Hinchazón abdominal constante
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Dolor pélvico o abdominal bajo
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Sensación de llenura rápida o dificultad para comer
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Cambios en el hábito intestinal (estreñimiento o diarrea)
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Necesidad urgente y frecuente de orinar
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Indigestión persistente o gases sin causa evidente
En etapas más avanzadas, puede haber pérdida de peso sin razón aparente, fatiga excesiva o dolor lumbar.
¿Por qué se confunden estos síntomas?
La pelvis es una zona anatómicamente estrecha donde varios órganos comparten espacio. El colon, los ovarios, el útero y la vejiga están muy próximos, lo que hace que los síntomas se traslapen. Muchas mujeres asumen que sus molestias se deben a “una comida pesada” o “estrés digestivo”, lo que retrasa un diagnóstico crucial.
¿Qué mujeres tienen mayor riesgo?
Aunque cualquier mujer puede desarrollar cáncer de ovario, los factores de riesgo más conocidos son:
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Tener más de 50 años
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Antecedentes familiares de cáncer de ovario o de mama
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Mutaciones genéticas BRCA1 o BRCA2
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No haber tenido hijos o haberlos tenido después de los 35 años
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Terapia hormonal posmenopáusica prolongada
¿Qué hacer si tienes estos síntomas?
El paso más importante es consultar con un ginecólogo si los síntomas son persistentes. No basta con un ultrasonido pélvico superficial: se requieren estudios especializados como ecografía transvaginal, marcadores tumorales como el CA-125, y eventualmente resonancia magnética o laparoscopia diagnóstica.
La importancia del diagnóstico temprano
Cuando se detecta en fases iniciales, el cáncer de ovario tiene una tasa de supervivencia alta. El problema es que menos del 20% de los casos se detectan a tiempo.
Por eso, desde la consulta ginecológica se insiste en no ignorar el cuerpo. Lo que parece un simple malestar digestivo puede ser una señal de algo más serio.
📍 Como ginecólogo en Quito, he visto cómo la detección temprana del cáncer de ovario puede marcar la diferencia. El uso de ecografía transvaginal, marcadores tumorales y una evaluación clínica completa son claves en este proceso.