En los últimos años, los tratamientos con láser íntimo se han convertido en una de las alternativas más innovadoras para la recuperación postparto. La ciencia ha demostrado que los cambios que experimenta la zona vaginal tras el embarazo y el parto no solo afectan la anatomía, sino también el bienestar emocional y la confianza de muchas mujeres.
Durante el parto, los tejidos del canal vaginal se distienden de manera natural, lo que puede generar sensación de flacidez, disminución de la lubricación e incluso pequeñas pérdidas de orina al reír o estornudar. A esto se suma el impacto hormonal que reduce el colágeno y la elasticidad de los tejidos. Tradicionalmente, estos cambios se trataban con ejercicios de Kegel o cirugía, pero el avance de la tecnología láser ha permitido ofrecer una opción no invasiva, indolora y con resultados progresivos.
El Dr. Denis Sánchez, ginecólogo en Quito con amplia experiencia en tratamientos láser íntimos, explica:
“El láser endovaginal estimula la formación de colágeno nuevo y mejora la circulación sanguínea del tejido vaginal. Esto se traduce en una mayor firmeza, lubricación natural y una recuperación integral del bienestar íntimo sin necesidad de bisturí ni anestesia.”
El procedimiento dura entre 15 y 30 minutos y no requiere reposo posterior. Las pacientes pueden retomar sus actividades cotidianas el mismo día, con resultados que comienzan a sentirse desde las primeras semanas. Según los estudios clínicos, más del 90% de las mujeres reporta mejoría significativa en la calidad de vida y en la confianza personal después de tres sesiones.
Además del efecto físico, la terapia con láser íntimo tiene un impacto emocional profundo. Muchas mujeres que pasaron por partos naturales refieren una mejora notable en su autoestima y en su relación de pareja al recuperar la comodidad y sensibilidad vaginal. “La salud íntima no solo se trata del cuerpo, sino del bienestar integral de la mujer. Cada sesión de láser es una oportunidad para reconectarse con su propio cuerpo después de la maternidad”, añade el Dr. Sánchez.
El tratamiento se realiza en consultorio, en un entorno seguro y controlado, utilizando equipos médicos de última generación. En Quito, el consultorio del Dr. Denis Sánchez cuenta con tecnología láser certificada y protocolos personalizados para cada paciente, priorizando siempre la salud ginecológica y la naturalidad de los resultados.
En un contexto donde la ginecología moderna avanza hacia la personalización y el cuidado sin tabúes, el láser íntimo representa un nuevo capítulo en la medicina femenina: eficaz, empático y basado en evidencia científica.