Una nueva tendencia está marcando la experiencia del embarazo en la capital: cada vez más familias acuden a realizarse ecografías 4D e hiperrealistas para conocer el rostro de su bebé antes del nacimiento.
Estas ecografías, que combinan tecnología avanzada con inteligencia artificial, ofrecen imágenes detalladas y realistas del bebé dentro del útero. Más allá del diagnóstico médico, los especialistas destacan que fortalecen el vínculo emocional entre los padres y su hijo por nacer.
El Dr. Denis Sánchez, ginecólogo en Quito, señala:
“La ecografía hiperrealista no reemplaza los estudios médicos tradicionales, pero añade una dimensión única: permite a las madres y padres vivir un momento especial al ver el rostro de su bebé con una nitidez sorprendente”.
Este tipo de examen ha ganado popularidad no solo por su valor emocional, sino también porque puede detectar malformaciones faciales, verificar el desarrollo fetal y complementar los controles de rutina.
Según datos de clínicas privadas, la demanda de ecografías 4D ha crecido en más del 40% durante el último año en Quito, especialmente entre madres primerizas que buscan una experiencia más cercana y personalizada.
Las imágenes hiperrealistas suelen entregarse en formato digital y físico, lo que ha convertido a la ecografía en un recuerdo familiar que trasciende lo médico. Además, muchos padres comparten estas fotografías en redes sociales, reforzando la tendencia.
Especialistas recomiendan realizar este estudio entre las semanas 24 y 30 del embarazo, cuando el bebé ya ha desarrollado rasgos faciales definidos y aún hay suficiente líquido amniótico para lograr imágenes claras.
El auge de la ecografía 4D e hiperrealista refleja una transformación en la forma de vivir el embarazo: ya no se trata solo de seguimiento médico, sino también de un momento emocional y familiar inolvidable.