Un nutriente clave que va más allá de los huesos
Durante años, la vitamina D fue asociada únicamente con la salud ósea. Sin embargo, en 2025 la investigación científica la sitúa en el centro de la fertilidad y el embarazo saludable. Tanto en mujeres como en hombres, mantener niveles adecuados de esta vitamina puede marcar la diferencia al momento de concebir y en el desarrollo del bebé.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más del 40% de la población mundial tiene deficiencia de vitamina D. En países andinos como Ecuador, a pesar de la exposición solar, el déficit es frecuente debido a factores como el estilo de vida urbano, el trabajo en interiores y el uso rutinario de bloqueadores solares.
Vitamina D y fertilidad femenina
En la mujer, la vitamina D interviene en funciones esenciales para la reproducción:
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Ovulación regulada: mejora la acción de la hormona antimülleriana (AMH), un marcador de reserva ovárica.
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Endometrio receptivo: favorece la implantación embrionaria al optimizar la respuesta inmunológica del útero.
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Reducción de riesgo en SOP: estudios recientes muestran que la suplementación mejora la ovulación en mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOP).
De acuerdo con investigaciones publicadas en 2025 en Reproductive Biology, las mujeres con niveles normales de vitamina D tienen un 15 a 20% más de probabilidades de lograr un embarazo espontáneo o mediante técnicas de fertilidad asistida.
Vitamina D y fertilidad masculina
No solo ellas se benefician. En el caso de los hombres, la vitamina D está vinculada con la calidad seminal:
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Aumenta la motilidad espermática, factor decisivo para alcanzar el óvulo.
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Mejora la morfoestructura de los espermatozoides, reduciendo alteraciones.
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Favorece la síntesis de testosterona, influyendo en el deseo sexual y la producción espermática.
Un aliado en el embarazo saludable
Además de facilitar la concepción, la vitamina D se ha convertido en un factor clave para reducir complicaciones durante el embarazo.
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Prevención de preeclampsia: la deficiencia se asocia con un mayor riesgo de hipertensión en el embarazo.
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Reducción de diabetes gestacional: estudios recientes señalan que una suplementación adecuada disminuye la resistencia a la insulina.
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Fortalecimiento del sistema inmune materno e infantil: protege contra infecciones en los primeros meses de vida.
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Desarrollo óseo fetal: contribuye a la formación de huesos y dientes fuertes en el bebé.
Un meta-análisis publicado en The Lancet en 2025 reveló que las mujeres que corrigen la deficiencia de vitamina D antes o durante el embarazo tienen 30% menos riesgo de complicaciones obstétricas.
Alimentos y fuentes naturales
Aunque el sol es la principal fuente, la vitamina D también puede obtenerse de alimentos como:
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Pescados grasos (salmón, atún, sardina).
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Lácteos fortificados.
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Yema de huevo.
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Hongos expuestos a radiación ultravioleta.
En Quito y otras ciudades ecuatorianas, donde muchas personas trabajan en oficinas sin exposición suficiente a la luz solar, la deficiencia es común, por lo que se recomienda realizar una medición en sangre de 25-hidroxivitamina D antes de iniciar suplementos.
Recomendaciones médicas en 2025
El Dr. Denis Sánchez, ginecólogo en Quito, explica:
“La vitamina D es hoy un marcador de salud reproductiva. No sustituye los tratamientos de fertilidad, pero sí los potencia. Mantenerla en niveles adecuados favorece un embarazo seguro y reduce complicaciones”.
Las guías médicas internacionales recomiendan:
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Medir niveles séricos antes de planificar un embarazo.
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En caso de déficit, suplementar con dosis individualizadas bajo supervisión médica.
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Evitar la automedicación, ya que un exceso también puede ser dañino.
Perspectivas para el futuro
La investigación continúa. Actualmente se desarrollan ensayos clínicos en fertilización in vitro (FIV) donde se estudia si la suplementación con vitamina D mejora las tasas de implantación embrionaria y embarazo a término.
Lo que ya es evidente en 2025 es que este nutriente se ha convertido en un aliado indispensable para quienes buscan concebir y desean un embarazo saludable.