Hablar de un aborto espontáneo sigue siendo tabú en muchos entornos, pero la realidad es que es una experiencia que atraviesan 1 de cada 4 mujeres en sus primeros embarazos. Sin embargo, pocas reciben la información y el acompañamiento que necesitan para entenderlo y vivir el duelo sin culpa.

“Muchas pacientes llegan con miedo, sintiendo que fallaron o que hicieron algo mal. Pero la mayoría de abortos espontáneos tienen causas naturales, muchas veces inevitables”, señala el Dr. Denis Sánchez, ginecólogo en Quito.


Derribando mitos comunes

  1. “Fue por cargar peso o hacer ejercicio”
    FALSO. Actividades normales del día a día no provocan un aborto espontáneo.

  2. “Fue culpa mía por estar estresada”
    FALSO. El estrés cotidiano no es una causa directa de pérdida gestacional.

  3. “No puedo volver a embarazarme”
    FALSO. La mayoría de mujeres que han tenido un aborto espontáneo pueden lograr un embarazo exitoso posteriormente.

  4. “No estaba tan avanzado, no es para tanto”
    FALSO. Toda pérdida, sin importar el tiempo de gestación, puede generar un duelo real y legítimo.


Causas más frecuentes

  • Anomalías cromosómicas en el embrión (la causa más común)

  • Problemas hormonales o tiroideos

  • Enfermedades autoinmunes

  • Malformaciones uterinas

  • Infecciones no detectadas

  • Problemas con la implantación o el desarrollo del saco gestacional

En la mayoría de los casos, no hay nada que la madre haya podido evitar.


Cómo sobrellevar la pérdida emocionalmente

  1. Validar el dolor
    No minimizar la pérdida ni permitir que otros lo hagan. Cada mujer tiene derecho a sentir lo que siente.

  2. Buscar apoyo psicológico
    El acompañamiento profesional puede ayudar a procesar el duelo sin quedarse atrapada en la culpa o el aislamiento.

  3. Hablar del tema
    Si se siente lista, compartir la experiencia con personas cercanas o en redes de apoyo puede ser sanador.

  4. Esperar el momento adecuado para intentar nuevamente
    Médicamente y emocionalmente, es importante respetar los tiempos del cuerpo y del corazón.

“Acompañar una pérdida con sensibilidad médica y emocional es parte esencial de nuestra labor como ginecólogos. En cada consulta, recordamos a nuestras pacientes que no están solas y que no deben cargar culpas que no les pertenecen”, concluye el Dr. Denis Sánchez.


En lugar de ocultar el tema, hablarlo con apertura puede ser un primer paso para sanar. Porque una pérdida no se supera en silencio, se sobrelleva con información, contención y respeto.