En los últimos años, la ecografía transvaginal se ha consolidado como una herramienta esencial en el diagnóstico precoz de condiciones ginecológicas. Su uso ha aumentado significativamente no solo entre mujeres con síntomas, sino también como parte de chequeos rutinarios. ¿Qué está impulsando esta tendencia?
Diagnóstico temprano y preciso
A diferencia de la ecografía abdominal, la transvaginal ofrece una visión mucho más detallada del útero, los ovarios y el cuello uterino, lo que permite detectar desde quistes y miomas hasta signos tempranos de endometriosis, infecciones pélvicas o alteraciones en el ciclo menstrual. También es crucial en embarazos tempranos para confirmar la ubicación del saco gestacional y descartar complicaciones como el embarazo ectópico.
Avances tecnológicos en 2025
En 2025, la tecnología ha mejorado notablemente la calidad de imagen y la comodidad del procedimiento. Consultorios especializados como el del Dr. Denis Sánchez en Quito ya cuentan con equipos de alta resolución y protocolos adaptados para brindar una experiencia segura y respetuosa para la paciente.
“La ecografía transvaginal no solo es segura, sino que se ha convertido en una herramienta clave para prevenir complicaciones antes de que aparezcan síntomas graves”, señala el Dr. Denis Sánchez, ginecólogo en Quito.
Mayor conciencia preventiva
Con el auge de la salud preventiva y el empoderamiento femenino en decisiones médicas, cada vez más mujeres jóvenes se realizan este estudio incluso sin síntomas. En redes sociales, influencers médicas y pacientes comparten sus experiencias positivas, contribuyendo a desmitificar el procedimiento.
Indicaciones más comunes en 2025:
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Dolor pélvico o irregularidades menstruales
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Diagnóstico de infertilidad
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Control de dispositivos intrauterinos
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Evaluación del endometrio en mujeres en menopausia
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Control temprano del embarazo
¿Cuándo se recomienda?
Aunque puede solicitarse en cualquier momento del ciclo, muchos especialistas lo recomiendan durante los primeros días tras la menstruación para una mejor visualización del útero y los ovarios. En mujeres embarazadas, se realiza en las primeras semanas para confirmar el embarazo y evaluar su evolución.