El segundo trimestre del embarazo suele ser el más cómodo para muchas mujeres: la energía mejora, las náuseas disminuyen y el vientre aún no limita la movilidad. Por eso, no es raro que muchas futuras madres aprovechen este periodo para planificar un viaje. Sin embargo, especialistas advierten que incluso en esta etapa más estable, existen riesgos específicos que deben considerarse antes de subir a un avión, autobús o embarcarse en largas rutas por carretera.

“Es cierto que el segundo trimestre suele ser el más seguro para viajar, pero eso no significa que cualquier destino o medio de transporte sea recomendable”, señala el Dr. Denis Sánchez, ginecólogo con práctica en Quito.

✈️ Lo que no debes hacer si viajas embarazada en el segundo trimestre

1. Evitar controles prenatales por viajar

Muchas pacientes postergan ecografías importantes, como la morfológica, por coincidir con sus vacaciones. Esta evaluación debe realizarse entre las semanas 20 y 24, y omitirla puede significar pasar por alto malformaciones o complicaciones tratables a tiempo.

2. Ignorar el tiempo de viaje

Estancias prolongadas (más de 5 horas) en posiciones sentadas pueden aumentar el riesgo de trombosis venosa profunda. Lo ideal es levantarse y movilizarse cada 90 minutos, incluso en vuelos o viajes en bus.

3. Elegir destinos de altura extrema o climas extremos

Lugares sobre los 3.000 m de altitud o con calor excesivo pueden generar hipoxia fetal o deshidratación, especialmente si no estás bien aclimatada.

4. Consumir alimentos sin control

Durante los viajes, se incrementan los casos de gastroenteritis, intoxicaciones alimentarias o infecciones urinarias por falta de hidratación. Siempre que viajes, mantén una dieta vigilada y evita el consumo de agua o hielo no purificados.

5. Descuidar los seguros y asistencia médica

Muchas mujeres viajan al exterior sin cobertura de embarazo en su seguro de viaje. Esto puede ser un error costoso en caso de una complicación inesperada como sangrado o contracciones prematuras.

🧭 Recomendaciones clave de los ginecólogos

  • Llevar siempre el carné prenatal y los últimos exámenes realizados.

  • Evitar actividades de alto impacto como senderismo intenso, deportes acuáticos o vehículos todo terreno.

  • Consultar previamente con el ginecólogo si tienes antecedentes como placenta previa, cuello uterino corto o contracciones prematuras.

  • Tener a mano los contactos de centros médicos en la zona de destino.

“El viaje ideal en esta etapa es corto, cómodo, con buena asistencia médica cerca y sin extremos climáticos”, puntualiza el Dr. Sánchez.


📌 Conclusión

Viajar embarazada en el segundo trimestre es posible, pero debe ser una decisión informada. Cada gestación es distinta y lo que puede ser seguro para una mujer, puede no serlo para otra. Planificar con antelación, consultar con tu médico y priorizar el bienestar fetal son claves para disfrutar sin riesgos.