Dr. Denis Sánchez
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Basado en 294 reseñas de pacientes

Cuando una futura mamá escucha los términos ecografía genética y ecografía morfológica, es común que surjan dudas. Ambas son fundamentales durante el embarazo, pero muy pocos médicos se detienen a explicar sus diferencias reales, su propósito y cómo pueden impactar en la salud del bebé y de la madre. En este artículo, te contamos la verdad que necesitas saber para tomar decisiones informadas.

¿Qué es la ecografía genética?

La ecografía genética se realiza habitualmente entre la semana 11 y 14 de embarazo. Su principal objetivo es detectar riesgos de alteraciones cromosómicas, como el síndrome de Down, Edwards o Patau, mediante la evaluación de marcadores específicos, como:

  • El grosor del pliegue nucal (translucencia nucal)

  • La presencia del hueso nasal

  • El flujo del ductus venoso

  • La regurgitación tricuspídea

Además, se complementa con exámenes bioquímicos y cálculos de riesgo combinados que pueden realizarse en el mismo consultorio especializado. Si se detecta alguna alteración, el médico puede sugerir estudios adicionales, como el test prenatal no invasivo (NIPT) o una amniocentesis.

¿Qué es la ecografía morfológica?

La ecografía morfológica se realiza más adelante, generalmente entre las semanas 18 y 24 de embarazo. Esta evaluación se enfoca en el desarrollo anatómico del bebé, examinando órganos, extremidades, cerebro, corazón, columna, cara y otras estructuras. Es clave para:

  • Detectar malformaciones físicas o estructurales

  • Evaluar el crecimiento fetal

  • Observar la placenta y el líquido amniótico

  • Confirmar el sexo del bebé, si los padres lo desean

A diferencia de la genética, no busca alteraciones cromosómicas, sino problemas físicos que puedan requerir seguimiento, tratamiento o cirugía neonatal.

¿Por qué no son intercambiables?

Aquí está el punto que pocos médicos explican claramente: la ecografía genética y la morfológica no son lo mismo ni pueden reemplazarse entre sí. Cada una cumple una función distinta y se realiza en momentos diferentes del embarazo. No es raro que algunas pacientes lleguen al consultorio con solo una de las dos, pensando que ya “están completas”, cuando en realidad podrían estar omitiendo información clave sobre la salud del bebé.

¿Cómo saber si estás recibiendo una evaluación completa?

En tu consulta ginecológica, asegúrate de que:

  • Te informen sobre ambos tipos de ecografía y sus tiempos recomendados

  • Se realice el cálculo de riesgo combinado en el primer trimestre (si estás dentro del tiempo)

  • La ecografía sea realizada con equipos de alta resolución y por profesionales con experiencia en medicina fetal

La importancia de un buen seguimiento

Tener acceso a ecografías de alta calidad, como las que ofrecemos en nuestro consultorio en Quito, marca la diferencia entre una simple imagen del bebé y una evaluación profunda de su salud. En nuestro caso, también combinamos la ecografía genética con el cálculo de riesgo en tasas (más comprensibles que los porcentajes), lo que ayuda a reducir la ansiedad y tomar decisiones bien informadas.

Testimonio real

“En mi primer embarazo no me ofrecieron la ecografía genética, y cuando conocí al Dr. Denis Sánchez en mi segundo embarazo, me explicó todo con tanta claridad que entendí cuán importante era. Gracias a su equipo, pude vivir mi embarazo con mucha más tranquilidad.”
Gabriela M., paciente verificada en Google


Conclusión:
No dejes que la falta de información ponga en riesgo tu embarazo. La ecografía genética y la morfológica son dos pilares fundamentales del control prenatal. Si estás embarazada o planificas estarlo, agenda tu cita en nuestro consultorio para una evaluación completa, humana y de excelencia.