A pesar del acceso a la información médica y a los controles prenatales, muchas mujeres en Ecuador siguen recibiendo consejos basados en creencias populares. Estos mitos, transmitidos de generación en generación, pueden causar confusión e incluso poner en riesgo la salud materna y fetal si no se contrastan con la evidencia científica.
En este artículo revisamos 6 de los mitos más frecuentes escuchados durante las consultas prenatales y explicamos, desde una perspectiva médica, por qué no deben tomarse como verdades absolutas.
Mito 1: “Si tienes acidez, el bebé nacerá con mucho cabello”
Este es uno de los mitos más extendidos. Aunque algunas investigaciones han encontrado una débil correlación entre los niveles de hormonas en el embarazo y el crecimiento del vello fetal, la acidez gástrica es causada principalmente por la relajación del esfínter esofágico y el aumento de presión intraabdominal, no por la cantidad de cabello del bebé.
Conclusión médica: No existe una relación directa ni consistente entre acidez y cantidad de cabello fetal.
Mito 2: “Si levantas los brazos, el cordón umbilical se enreda”
No hay evidencia médica que respalde esta creencia. El cordón umbilical puede enredarse por factores como la longitud del cordón, el volumen del líquido amniótico o los movimientos fetales, no por las posturas o movimientos de la madre.
Conclusión médica: Levantar los brazos no afecta el cordón umbilical ni pone en riesgo al bebé.
Mito 3: “Las ecografías hacen daño al bebé”
En algunas comunidades se evita realizar múltiples ecografías por miedo a que “quemen” al feto. Sin embargo, las ecografías obstétricas son un método de imagen seguro y no invasivo, aprobado por organismos internacionales como la OMS y el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG).
Conclusión médica: Las ecografías no emiten radiación ionizante ni causan daño al bebé si son realizadas por personal capacitado.
Mito 4: “No debes bañarte durante el trabajo de parto”
Este mito es muy frecuente en zonas rurales. En realidad, el agua tibia puede aliviar el dolor, relajar a la gestante y facilitar el trabajo de parto, siempre que no exista ruptura de membranas y se sigan condiciones de higiene adecuadas.
Conclusión médica: Bañarse es seguro y puede ser beneficioso durante el trabajo de parto si no hay contraindicaciones.
Mito 5: “Comer piña o ají provoca aborto”
La piña contiene bromelina y el ají capsaicina, pero en cantidades normales dentro de una dieta ecuatoriana, no hay evidencia que indique un riesgo aumentado de aborto. Por el contrario, prohibir frutas o vegetales sin razón médica puede afectar la nutrición materna.
Conclusión médica: No hay alimentos “prohibidos” durante el embarazo a menos que exista una condición específica diagnosticada.
Mito 6: “Si el vientre es en punta, será varón; si es redondo, será niña”
Esta creencia sigue siendo usada como forma de “adivinanza” del sexo fetal, pero carece completamente de fundamento científico. La forma del abdomen depende de la posición fetal, la complexión materna y otros factores físicos, no del sexo del bebé.
Conclusión médica: Solo una ecografía puede determinar con precisión el sexo fetal.
¿Por qué es importante combatir estos mitos?
Las creencias erróneas pueden retrasar la búsqueda de atención médica, generar ansiedad innecesaria o llevar a prácticas perjudiciales. Informar a las futuras madres con base científica es fundamental para proteger su salud y la del bebé.
Conclusión
Los mitos sobre el embarazo aún circulan en Ecuador y pueden parecer inofensivos, pero es esencial que las decisiones relacionadas con la salud se tomen sobre la base de información médica confiable. Ante cualquier duda, la mejor fuente siempre será una consulta con el profesional de salud.
Sobre el autor
Dr. Denis Sánchez
Ginecólogo y Obstetra en Quito, con más de 18 años de experiencia en atención prenatal basada en evidencia científica. Comprometido con la educación en salud materna y la prevención de complicaciones en el embarazo.